Llevo varios días con problemas para quedarme durmiendo y
empieza a angustiarme la idea de que aparezca el insomnio, así que he decidido poner todos los medios para que esto no ocurra.
Lo primero que he hecho ha sido poner
en facebook que me está costando mucho dormir. Luego he buscado información en Internet
sobre el insomnio y en Wikipedia he leído que es recomendable minimizar la luz
y el ruido al acostarme. He salido a comprarme un antifaz y unos tapones para
los oídos. Al medio día he comido con un amigo y le he contado con detalle la
angustia que siento por el miedo a no poder dormir. Por la tarde he hecho
ejercicio para estar cansado por la noche. Al llegar a casa me he duchado y
después me he bebido un vaso de leche y me he comido un plátano porque he visto
en Internet que son fuente de triptófano, un aminoácido que ayuda a regular el
sueño. He puesto en facebook que voy a acostarme y que a ver si esta noche hay
suerte. Al entrar en mi habitación he bajado del todo la persiana y he cerrado
la puerta. A continuación me he puesto los tapones en los oídos, he puesto el
despertador mirando a la pared para no poder mirar el tiempo que ha pasado
desde que me acosté. Me he tumbado en la posición en la que suelo dormir y me
he puesto el antifaz. A continuación he hecho un esfuerzo por relajarme…
Se está haciendo de día y no he dormido absolutamente nada. Después de
tener en varias ocasiones la sensación de volverme loco, me he dado cuenta de varias cosas:
Que es imposible quedarse
durmiendo prestando atención a si esto ocurre o no.
Que temiendo que ocurriera algo, he acabado provocándolo.
Que un problema suele alcanzar la magnitud de la importancia que se le da.
Y que, por tanto, en la medida de
lo posible hay que evitar evitar.
Fotografía: David Rodríguez
Texto: Miguel Ángel Agulló
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Fotografía: David Rodríguez
Texto: Miguel Ángel Agulló
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