Pobres hombres buenos,
Pobres trozos de pan,
Pobres hombres que de buenos son tontos,
Pobres porque para su desgracia están bien valorados,
Porque al hombre no se le presupone bueno,
Y es un mérito serlo tanto.
Pero es una bondad perversa,
Que ve como algo deseable no haber hecho nunca daño a nadie,
No haber decepcionado nunca a nadie,
No haber dicho nunca "no" a nada,
No haber opinado nunca en voz alta nada diferente a los demás.
Porque acaban guardando silencio,
Porque siempre se puede contar con ellos,
Porque todo les parece bien.
Y se dejan llevar,
Y sufren la angustia de no poder decidir,
Y se hacen daño a sí mismos por evitar hacerlo a otros,
Y acaban cumpliendo un doloroso y anulador guión.
Seducidos por los aplausos que presencian su sacrificio.
Fotografía: David Rodríguez.
Texto: Miguel Ángel Agulló.
.
Excelente!!!
ResponderEliminarMuy buenooo, Felicidades de nuevo a los dos!!
ResponderEliminar